Qué es la transformación digital ?
Más que un proceso, es un concepto, donde podemos visualizarnos haciendo de manera digital, algo que normalmente haríamos de forma física o convencional.
No es una moda, es una tendencia, que bajo las condiciones actuales de aislamiento y restricciones, no ha hecho más que consolidarse y acelerarse. Para muestra un botón, la educación, la manera de comprar nuestros alimentos, los insumos, consultar al médico, al veterinario y muchas otras actividades que ántes no habríamos considerado realizar de forma digital, hoy por hoy, se han vuelto parte de nuestra vida diaria.
Nadie nos preguntó si queríamos, el mundo cambió y es la nueva manera de hacerlo, punto. Con esto como base, podemos preguntarnos, “podré ser yo capaz de integrarme en un mundo digital?”, “Cuánto de lo que hacía o que actualmente hago, podrá someterse a un proceso de transformación, que permita aprovechar las oportunidades de ese nuevo entorno?
Convicción
Al primero que tenemos que convencer, es a nosotros mismos, sin convicción no hay pasión y sin esa motivación nada puede llegar a ser exitoso.
Si lo que buscas es una solución inmediata o de corto plazo para tu negocio o modo de ganarte la vida, este no es el camino. Pero si por el contrario, has descubierto la fragilidad de tu modelo actual y de cómo, circunstancias como las que estamos enfrentando, impactan de manera negativa tu fuente de ingresos y lo que buscas es una estrategia de mediano y largo plazo, entonces, la transformación digital, puede ser una solución.
Para el emprendedor, existen varios caminos que se pueden evaluar, en este artículo, nos enfocaremos en describir las razones por las cuales, incorporar una estrategia de transformación digital, en nuestros negocios, empleos o auto empleos, puede ser el mecanismo para enfrentar una crisis, que apenas estamos empezando a vivir en sus primeras etapas.
Manos a la obra
La transformación digital, no es para todos, como ya lo hemos mencionado, requiere principalmente de auto convicción, compromiso y mucho empeño. No es una ciencia exacta, aunque existen bases y estructuras a seguir, seguramente nos enfrentaremos a muchas hipótesis, a un camino lleno de prototipos, experimentos y cambios sobre la marcha, nada ajeno al día día del emprendedor.
El siguiente paso consiste en hacer un inventario de nuestros principales activos, conocimientos, preparación, talentos, experiencia, equipamiento, recursos económicos, estructura física, etc.
A esta lista debemos añadir las actividades que usualmente generaban nuestros ingresos, así como todos los elementos que se involucraron en ese proceso, por ejemplo, si somos empresarios, algo que no debe faltar en nuestra lista son los clientes, los proveedores, los colaboradores, los sistemas financieros, los acreedores, la infraestructura física y los métodos de entrega y transporte. Si por el contrario, nuestros ingresos dependían de un empleo, partamos elaborando una lista de las actividades que desarrollamos y de todo aquello que era necesario para realizarlas.
Ahora tendremos un panorama donde podemos segmentar, lo que hacemos, los recursos con los que contamos, lo que nos gusta y lo que queremos lograr.
El objetivo de este ejercicio, es que visualicemos el éxito como la ejecución de un proceso, en el cual atraemos clientes, les proveemos de un satisfactor y como consecuencia “obtenemos un retorno por la inversión”. Hasta aquí, vamos por buen camino, ahora debemos visualizar que lo importante es culminar el proceso, aunque para eso, haya que cambiar radicalmente lo que hacemos o cómo lo hacemos.
Si eres de los que piensa “como soy ferretero y vendo barrenos, el cliente me busca para comprar el barreno, porque tengo buena calidad, excelente precio y estoy en una ubicación conveniente para el”, quizás debes revisar tus conceptos. El cliente lo que busca en realidad, va más allá de adquirir un producto, lo que en realidad necesita es la solución a un problema o necesidad específica, para este ejemplo, “un agujero en la pared para colgar su cuadro“, si podemos resolver esto, en realidad al cliente no le importaría si compró el taladro o no, a menos que sea alguien que se dedique a hacer agujeros. El punto es, que debemos abrir la mente y ser más empáticos con el cliente, analizar específicamente qué necesidades tiene y decidir cuáles de estas, quiero o puedo resolver y con esa premisa y haciendo uso de nuestra capacidad creativa e innovadora, dar lugar a ese nuevo modelo de negocios que estamos buscando, aunque mientras más digital, mejor.
En el nuevo paradigma “on line“, existirán muchos roles y será un entorno muy competitivo, tendremos al que tiene el know how, al que fabrica, al que compra y vende, el que mercadea, el que cobra, el que entrega, el que instala, el que enseña y un sinfín de etcéteras. Muchos o la mayoría de estos roles, se integrarán en entornos digitales que permitan su interacción y colaboración. Todo con un solo objetivo, poner a disposición del cliente esos satisfactores, cubriendo todos los aspectos que brinden una excelente experiencia de compra, incluyendo el poder adquirirlos, pagarlos y recibirlos de forma fácil, minimizando riesgos para su salud e integridad.
El éxito en estos entornos radicará en la especialización, en encajar de la mejor forma en esa cadena, para lograr que eslabón más importante “el cliente” se sume también por convicción, donde su valoración vaya más allá, que simplemente la inclinación por el menor precio.
Quizás sigamos siendo el que fabrica, o el que promueve, el que vende o el que entrega, pero también es posible que nos convirtamos en el que apoya a otros a lograr que su modelo sea factible y les acompañe en el paso a paso, hasta lograr el éxito en sus emprendimientos.
En artículos posteriores, compartiremos varias ideas y experiencias de como clientes y amigos, han enfrentado de forma exitosa, otros no tanto, el desafío de incorporar en sus negocios una estrategia de transformación digital, agradecemos tu interés en estos temas y tu preferencia al seguirnos.
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